martes, 24 de abril de 2007

Teoría sociohistórica y motivación en el aula


De acuerdo a Vigotsky, toda motivación específicamente humana, aparece dos veces primero en el plano interpsicológico y luego en el intrapsicológico, lo cual implica que la necesidad de autodeterminación no sería consustancial a nuestra especie.
Si estudiamos el desarrollo de las diferentes estructuras cerebrales implicadas en el proceso motivacional podemos observar morfológicamente que tienen una estructura jerárquica, de tal modo que sobre las estructuras más primitivas (por ejemplo, los centros hipotalámicos de control del placer) se superponen a otros más recientes (corteza límbica o frontal temporal). Ciertas prácticas sociales, por ejemplo, pueden inhibir ciertos impulsos que no es posible satisfacer (como ciertos comportamientos sexuales dentro de la cultura occidental). Otras prácticas, sin embargo, pueden estar encaminadas a lograr nuevas conexiones funcionales (por ejemplo, gente a la que le produce placer el estudio de las matemáticas) Todo el sistema motivacional se ha movido a lo largo del desarrollo filo y sociogenético siguiendo dos vías: por un lado la posibilidad de posponer la satisfacción de la necesidad y por el otro la de controlar el acceso a la fuente de satisfacción de la misma.
En el proceso de desarrollo, el sistema humano empieza funcionando con patrones muy determinados de regulación hemostática, dependiente del entorno social. Pero luego pasa a utilizar procesos más abiertos, como los incentivos operantes. Por ejemplo, si a un escolar que esta empezando a regular la motivación por una tarea (motivación intrínseca) le ponemos a funcionar un sistema motivacional más antiguo (recompensa externa), es posible que este último prevalezca. Ante la ausencia de motivación autorregulada, es conveniente trabajar mediante un sistema motivacional anterior, pero una vez logrado el ‘enganche’, es necesario instalar la transición hacia la motivación intrínseca.
Desde la perspectiva de la TSH, al igual que ocurre en relación a los procesos cognitivos, la internalización del lenguaje se convertiría también en un vehículo para la transmisión de la motivación humana.
Finalmente, cabe observar que dado que la escuela es una actividad institucionalizada de claro origen social, existen en ella determinadas maneras de motivar el aprendizaje. Del mismo modo, la teoría curricular incluye la adquisición de habilidades y actitudes, además de conocimientos, en tanto que habría que promover la inclusión de la adquisición de determinados patrones o sistemas motivacionales entre los objetivos del currículum. Se trata de optar por los patrones más adaptativos, esto es, los que promueven sistemas autorregulados con clara orientación hacia el aprendizaje.
Es importante pues, fomentar la consolidación de los sistemas de autorregulación en tanto poseen un mayor valor adaptativo. Tanto la motivación por el aprendizaje como la del lucimiento se apoyan en un esquema autorregulado. La diferencia se centra en los elementos que se han internalizado en uno y otro caso.
Cierta serie de ideas que operan como medidadores de patrones motivacionales son promovidos en la escuela: el tipo de meta que se enfatiza en el aula, el tipo de inteligencia que promueve el docente, la interpretación que se realiza del éxito y del fracaso, el énfasis en el control conciente del proceso de aprendizaje, el tipo de atribuciones que se fomentan, etc... así como también influye el modo en que la actividad misma se organiza dentro del aula.
FUENTE: HUERTAS, J. A. (1996), "Motivación en el aula" y "Principios para la intervención motivacional en el aula", en: Motivación. Querer aprender, Aique, Buenos Aires.

Principios básicos de la Mediación.


1. Comprender y apreciar los problemas presentados por las partes
2. Revelar a las partes que el mediador conoce y entiende los problemas
3. Crear dudas en las partes respecto a la validez de las posiciones asumidas
4. Sugerir enfoques alternativos
La principal herramienta con la que cuenta el medidor, es pues, el proceso. Dicho proceso puede recordarse con la regla nemotécnica CADGER:
Comenzar la discusión:
La reunión no tiene por qué empezar rapidamente, es importante que las contribuciones que hagan las partes para ayudar en la discusión sean diferentes a las que se hubieran realizado en el pasado.
Acumular información:
Las partes conocen el conflicto, pero no el mediador. Éste procurará orientar a las partes cuando el discurso se desvíe del tema central. El mediador debe apreciar las perspectivas en toda su magnitud.
Desarrollar la agenda y discutir la tarea:
El mediador debe organizar los temas que deban tratarse.
Generar movimiento:
Las partes deben sentir que son ellos y no un tercero los que deberán resolver el conflicto
Escape a reuniones privadas:
Es un recurso que el medidador puede utilizar con diferentes motivos.
Resolver la disputa:
Hay veces que la mediación no logra un acuerdo.


Entre los recursos comunicacionales del mediador, tenemos preguntas abiertas, cerradas y circulares (útiles para sacar a las partes del pensamiento lineal). También el parafraseo y el replanteo, posibilidad que permite modificar las posiciones de las partes, incluyendo otros puntos de vista.
Respecto a los recursos procesales, existen diferentes tipos de reuniones, las conjuntas y las privadas. Por supuesto, es requisito sellar un acuerdo de confidencialidad entre los participantes del proceso.


FUENTE: IUNGMAN, SILVIA (1996), La mediación escolar, Lugar Editorial, Buenos Aires, pp.5-29.

martes, 17 de abril de 2007

¿Qué es ENLACE?



La SEP cuenta con un Sistema de Consulta de Resultados de la prueba ENLACE aplicada en el mes de junio de 2006.

Un punto fundamental en la actual administración de la SEP es la evaluación. El sistema enlace facilitará el acceso a los resultados de ENLACE contextualizados con otros indicadores del Sistema Educativo Nacional, tales como reprobación, deserción, grado de marginación de la escuela entre otros, para que de esta forma se promueva la reflexión y la generación de compromisos para la mejora educativa.

En esta información puede ser consultada en: http://enlace.sep.gob.mx/default.asp?seccion=1 en donde se podrá realizar la consulta:

1. Padres, tutores y alumnos

2. Docentes y directivos

3. Investigadores, medios de comunicación y sociedad

4. Instituciones e investigadores

Para este ciclo escolar se ha estipulado la semana nacional de evaluación misma que se llevará a cabo del 23 al 27 de abril.

Para más información consulta la página web de la Sep www.sep.gob.mx

Necesidades educativas de los niños superdotados


Como consecuencia de la lectura de esas variadas listas de características, algunos profesores podrán pensar: “¡Fantástico! ¡Qué fortuna la de los niños que presentan ese tipo de facultades!” Otros tal vez reaccionen pensando: “El niño que presente todas esas características, lo tiene todo. ¿Qué falta le hace un profesor?” La verdad es que esas características crean unas correspondientes necesidades adicionales en el estudiante.
El último ejemplo que veíamos, el desarrollado por Martinson (página 20), demuestra que cada característica “positiva” puede tener su lado “negativo”. Pero, aunque existan aspectos positivos y negativos, para cada característica debemos preguntarnos:
¿Qué impacto tiene sobre el alumno?
¿Qué impacto tiene sobre mí mismo?
Si los profesores deseamos ayudar a esos estudiantes a desarrollar sus habilidades, a destacar en el colegio y a que no sientan que están perdiendo el tiempo, debemos tratar de conocer sus necesidades especiales, intentar ayudarles y compartir nuestras experiencias con otros que a su vez tengan la responsabilidad de su desarrollo educativo.
Debemos tener presente que los comentarios con respecto a las necesidades especiales de esos estudiantes están hechos de forma generalizada; no todos los estudiantes que presentan comportamientos superdotados han de poseer esas necesidades, ya sea total o parcialmente, todo el tiempo. Además, las necesidades del alumno variarán de acuerdo con su edad. A ciertas edades, las necesidades sociales y emocionales tendrán más importancia que las necesidades de su intelecto. En cambio, un alumno puede estar progresando satisfactoriamente con respecto a su desarrollo social y hallarse perdido en sus actividades intelectuales.
Los niños que tienen características de comportamiento propias de los superdotados necesitan que, tanto en casa como en el colegio, se tengan ciertas consideraciones fundamentales con ellos.
Durante la lectura de las siguientes explicaciones sobre ciertas necesidades por las que aboga este tipo de alumnos, puedes ir pensando sobre tu estilo de enseñanza, relaciones sociales existentes entre tus alumnos... y quizás, en los cambios que te gustaría realizar:

Formas de interacción que facilitan su desarrollo

Psicológicamente, estos niños necesitan:
• Un sentimiento general de éxito (no fracaso) en un ambiente intelectual dinámico (no aburrido).
• Flexibilidad en su horario y en sus actividades (suelen rechazar las interrupciones obligatorias continuadas, y sin una razón aceptable: “¡Para de pintar ahora, es la hora de vestirse!” o “¡Deja de hacer la redacción, es la hora de las matemáticas!”). Cuando sea posible, debemos permitirles que continúen trabajando en una tarea hasta que estén satisfechos y seguros de que su trabajo está terminado.
• Una clase en la que los niños puedan intervenir, de alguna manera, en la planificación y evaluación de sus propias actividades, en vez de ser el profesor el que dicte cada momento de cada día.
• Reducir la presión de factores externos que obligan al estudiante a trabajar constantemente, sacar las mejores calificaciones, trabajar a un ritmo muy rápido y triunfar al mismo tiempo en todas las asignaturas. (Evitar frases como: “¡Tú siempre sacas sobresaliente en matemáticas! ¿Qué ha pasado esta vez?”, o “Espero que ganes el premio de composición de tu curso. Tengo toda mi confianza depositada en ti.”)
OJO: DIBUJO 3 (11 cm.)
Socialmente, estos niños necesitan:
• Sentir que son aceptados y que pertenecen a su clase, en vez de: “No sé por qué tú estás en nuestra clase si nunca quieres hacer lo que hacemos los demás.”
• Poder confiar en sus profesores, padres y compañeros y entender lo que socialmente se espera de ellos y el efecto que su comportamiento tiene en los demás: “La canción que has compuesto es preciosa, pero... no puedes cantarla durante la lección de matemáticas.”
• Compartir sus ideas, preocupaciones y dudas sin que sus compañeros se burlen o sus profesores les inhiban: “El profesor soy yo, no tú.” “Ya te he dicho que no se puede probar que existan agujeros negros en el Universo.”
• Existencia en la clase de una atmósfera de respeto y comprensión para todos; esto es, un ambiente que ayude a los estudiantes a reconocer y aceptar la existencia de diferencias individuales, tanto en los más como en los menos capaces.
• Asistir a trabajos en grupo con otros compañeros e intercambiar sus conocimientos.
• Tener profesores que mantengan buenas relaciones sociales con el resto de los profesores, padres y estudiantes.
Intelectualmente, estos niños necesitan que:
• Se les imparta una enseñanza individualizada en las materias específicas en las que ellos superan a los demás (esto significa que sus programas puedan ser adaptados de manera que cuenten con un ritmo más rápido, asignaturas especiales u opciones alternativas).
• Se les facilite el acceso a recursos adicionales de información en arte y ciencia y, cuando sea posible, profesionales brillantes en los distintos campos.
• Se les dé la oportunidad de desarrollar y compartir con otros sus intereses y habilidades.
• Se les proporcionen estímulos para ser creativos y tomar riesgos para poder expresar su “ego” a través de las artes.
• Se les dé oportunidad de poder utilizar sus habilidades para resolver problemas y efectuar investigaciones, más allá de lo que típicamente ofrecen los libros de texto.
Una vez aceptada la existencia de estas necesidades, a poco que pienses, se te ocurrirán muchas formas de respuesta para facilitar el desarrollo educativo general de los niños, así como su específica creatividad. Dos especialistas en el tema, Van Tassel (1980) y Torrance (1976), nos ofrecen algunas orientaciones básicas a considerar:

Oportunidades educativas que facilitan su desarrollo

Según Van Tassel (1980), los alumnos superdotados necesitan oportunidades:
• Que les exijan pensar a niveles sofisticados.
• Para producir trabajos diferentes a lo habitual.
• Para trabajar en equipo.
• Para contemplar y discutir acerca de moral y ética.
• Específicas en sus áreas de mayor esfuerzo e interés.
• Para estudiar temas nuevos, dentro y fuera del programa escolar habitual.
• Para poder aplicar sus habilidades a problemas en el mundo real.

¿Cómo podemos facilitar la creatividad?

Según Torrance (1976), los profesores que quieran colaborar a la necesidad creativa de todos sus alumnos deberán estar dispuestos a:
• Respetar las preguntas inusuales.
• Respetar las ideas inusuales.
• Dar valor a las ideas.
• Ofrecer oportunidades y credibilidad para los principiantes.
• Permitir actuaciones sin la constante presión de la evaluación.
Los padres y profesores frecuentemente ponen toda su atención en las necesidades intelectuales porque éstas parecen más concretas, medibles y fáciles de cumplir. Si olvidamos las necesidades psicológicas y sociales no obtendremos éxito con las intelectuales.

Debemos recordar:
• Que las necesidades básicas de nuestros alumnos superdotados para desarrollar comprensión, autoestima, (sentido de realización), independencia y amor son las mismas que las que necesitan el resto de sus compañeros de clase.
• Si estamos dispuestos a analizar nuestros estilos de enseñanza, a ser innovadores y creativos en nuestros programas; con planificación y cuidado, deberemos tomar en cuenta las consideraciones expuestas anteriormente y fomentar cambios positivos en el desarrollo tradicional de nuestra forma de enseñar. Si lo hacemos así, no solamente contribuiremos al desarrollo específico de nuestros alumnos superdotados o avanzados, sino al de todos nuestros alumnos.

Característica de niños superdotados.


¿Cómo podremos reconocer a nuestros alumnos superdotados sin basarnos en un test que nos diga “sí” o “no”?
Se han escrito diversos libros que describen las características de los niños superdotados, pero, una vez analizadas, las extensas listas de atributos incluidos en ellos son muy similares. Las diferencias provienen de la particular orientación, filosofía, formación y experiencias de los respectivos autores y, más que nada, de la utilización que demos a estas listas.
Debemos recordar que lo importante no es que el niño sea o no superdotado, sino que el niño o el alumno muestre un comportamiento superdotado. Es más, hay aspectos cualitativos y cuantitativos en ese comportamiento. La mayoría de los niños no los muestran todos, y aquellos que sí los muestran, no lo hacen continuamente. Además, existirán individuos que puedan presentar una o dos características de este tipo de comportamiento y no por eso pueden ser considerados superdotados.
No debemos olvidar que el término “superdotado” puede ser malentendido y, más importante todavía: Cada alumno es un individuo, con sus propias y singulares características emocionales, sociales e intelectuales.
Vamos a ofrecer unos ejemplos de características que han sido recopilados e investigados por distintos especialistas. Estas listas se presentan únicamente con la intención de explicar el tipo y la naturaleza de esos niños y compartir una imagen visual de ellos. No deben ser utilizadas como instrumento para ver quién, en la clase, obtiene la mayor puntuación; éste es el gran peligro que existe siempre con este tipo de información y forma de presentarla.
Los profesores debemos estudiar cuidadosamente estas características y preguntarnos si alguno de nuestros alumnos nos llama particularmente la atención.
Y, vamos a pensar sobre ello y a observar a cada alumno en nuestras clases. Ningún alumno debe quedar eliminado de nuestra reflexión. Ninguno.

Características del comportamiento de niños superdotados o potencialmente superdotados (Renzulli, 1977)

Capacidad intelectual en general y aptitud académica específica
• Es voluntarioso en la búsqueda de nuevos conocimientos y no se distrae fácilmente.
• Comprende con facilidad la información que adquiere y la recuerda.
• Muestra logros excepcionales en alguna materia.
Pensamiento creativo y productivo
• Aplica los conocimientos adquiridos en una materia a otra distinta.
• Genera gran cantidad de ideas y soluciones ante los problemas.
• Es arriesgado y especulativo.
Liderazgo
• Lleva a otros a trabajar en los temas que él se propone.
• Responde bien a la responsabilidad.
Artes plásticas
• Demuestra originalidad al combinar ideas, métodos y formas de expresión artísticas.
• Inicia, compone o adapta juegos, música, discursos, etc., libre de la influencia de los padres o del profesor.
Habilidad psicomotora
• Mecánica
— Usa materiales comunes para generar soluciones creativas a problemas de todos los días.
— Enfrenta problemas de tipo mecánico.
• Deportiva
— Aprende ejercicios físicos más rápida y correctamente que sus compañeros.
— Compara sus logros en educación física con los de los demás.
• Motivación y voluntad
— Se concentra en un tema y persiste hasta que lo acaba.
— Se aburre fácilmente con tareas rutinarias.
— Prefiere trabajar independientemente y necesita poca ayuda.
Extractos traducidos y reproducidos con permiso del autor: Renzulli, J. S.; Smith, L. H.; White, A. J.; Callahan, C. M. & Hartman, R. K.: Scales for rating the behavioral characteristics of superior students. Creative Learning Press, Box 320, Mansfield Center, Connecticut 06250, 1977.

Ejemplos de características de niños superdotados-creativos (Isaacs, in Tuttle, 1980)

Otra lista, con especial énfasis en el aspecto de la creatividad.
• Curiosos.
• Amplio vocabulario.
• Fuerte memoria.
• A veces, aprenden a leer sin ayuda.
• Claro sentido de las fechas.
• Persistentes.
• Coleccionistas.
• Independientes.
• Mantienen, durante años, el interés por una o varias áreas de conocimiento.
• Inician sus propias actividades.
• Profundo sentido del humor.
• Les divierten los juegos complicados.
• Creativos e imaginativos.
• Interés y preocupación por los problemas del mundo.
• Se analizan a ellos mismos y son muy autocríticos.
• Comportamiento maduro para su edad.
• Ambiciones e ideales muy elevados.
• Son líderes.
• Dotados para arte, música, escritura, teatro y/o danza.
• Investigan utilizando métodos científicos.
• Ven conexiones entre conceptos diferentes.
• Producen trabajos únicos, vitales y sorprendentes.
• Crean ideas y procesos novedosos.
• Inventan y construyen aparatos mecánicos originales.
• Habitualmente opinan en contra de lo tradicional.
• Expresan dudas sobre el “status quo”.
• Aplican sus conocimientos a nuevas situaciones.
• Hacen cosas inesperadas.
• Suelen parecer diferentes.
• Les gusta leer, sobre todo, biografías y autobiografías.

Ejemplos de características de niños superdotados (Martinson, 1981)

El ejemplo siguiente tiene gran importancia, pues demuestra que para cada característica positiva que pueda aparecer, el niño podrá ser vulnerable a las dificultades correspondientes.
Características
Muy observador y abierto a cosas y situaciones inusuales y poco corrientes.
Le gustan los conceptos abstractos, resolver sus propios problemas y tiene una forma de pensar muy independiente.
Tiene mucho interés en las conexiones entre los conceptos.
Es muy crítico con él mismo y con los demás.
Disfruta creando e inventando nuevos caminos para realizar algo.
Tiene una gran capacidad de concentración, ignorando su entorno cuando está ocupado en sus tareas.
Persistente con sus propios objetivos.
Supersensible, necesita soporte emocional.
Enérgico y activo.
Dificultades
Posiblemente muy crédulo y confiado.
Muestra gran resistencia a las instrucciones de los demás. Puede ser bastante desobediente.
Dificultad en aceptar lo que no es lógico.
Exige demasiado de él y de los demás. Puede estar siempre insatisfecho.
Obsesionado por crear y descubrir las cosas por sí mismo, rechazará seguir el camino habitual generalmente aceptado.
Se resiste fuertemente a ser interrumpido.
Puede ser muy rígido e inflexible.
Necesita tener éxito; vulnerable a fracasar y al rechazo de sus compañeros.
Frustrado con la inactividad o falta de progreso.
A la vista de todo esto, deberíamos tener una imagen más clara de las características que han de presentar los alumnos que requieren una ayuda especial.
Será bueno reflexionar sobre lo que dicen estos especialistas pues, a pesar de que todos ellos hablan de características similares, expresan sus ideas de manera distinta. Sin duda, sus continuas repeticiones sobre ciertos conceptos están destinadas a prevenir los errores de interpretación con respecto a estos niños.

Piensa:
• ¿Dentro de cada lista has podido reconocer características que corresponden a las tres partes de nuestra definición de niño superdotado?
• ¿La lectura de estas listas te ha hecho pensar en alguno de tus alumnos de forma diferente a lo que inicialmente pensabas?
• ¿Te gustaría proporcionar a tus alumnos ciertas oportunidades para comprobar si van a indicar características específicas?
• ¿Hay características que son más significativas si aparecen en alumnos muy jóvenes?
• ¿Hay características negativas que puedan provocar conflictos a padres, profesores y al mismo alumno?
• ¿Te sorprende que ninguna característica de las que aparecen en los listados de los especialistas incluya la valoración de los resultados de tests de inteligencia?
Persistente Creativo Curioso Líder Arriesgado Original
Ana
Diana
José
Luis
Isabel
Javier
María
Los niños no mostrarán, uniformemente, todas las características

¿Cómo podemos definir a los niños superdotados?


Si vamos a explicar cómo proporcionar oportunidades educativas a alumnos excepcionalmente capaces, es necesario que primero nos pongamos de acuerdo sobre qué tipo de estudiante es el sujeto de nuestro análisis. Para asegurarnos de que tenemos una idea similar, comenzaremos tratando de definir a esos alumnos.
Si no estamos hablando sobre el tipo de “superprodigio” del pasado, ¿cómo definiríamos al alumno superdotado?
• ¿Alguien que sobresale en todas sus asignaturas?
• ¿Alguien que tiene un especialísimo talento para la música o el arte?
• ¿Alguien que siempre está bien preparado en los exámenes y al que le gusta mucho estudiar?
Los resultados de numerosos programas especiales, en los Estados Unidos de América y otras partes del mundo, han provocado una significativa revisión de la definición de los niños superdotados.
Después de aproximadamente diecisiete años de programas publicados para niños superdotados en los Estados Unidos, tanto la definición como las características sobre estos niños ha cambiado. Hoy en día, la definición y el modelo de programa más generalmente aceptados son los del doctor Joseph Renzulli, del Instituto de Investigación para la educación de los Alumnos Superdotados (Research Institute for Gifted Education, University of Connecticut, USA.) Para el doctor Renzulli, lo que define a un individuo superdotado es la posesión de tres conjuntos básicos de características estrechamente relacionadas y con un igual énfasis en cada una de ellas:
• Una capacidad intelectual superior a la media.
• Un alto grado de dedicación a las tareas.
• Altos niveles de creatividad
Es decir que...
Estos niños poseen una capacidad intelectual superior a la media, aunque no tienen forzosamente que ser extraordinariamente inteligentes. La inteligencia es importante, pero la inmensa mayoría de las personas más productivas del mundo no poseen puntuaciones de C. I. necesariamente superiores.
Hay investigaciones que han demostrado que existe una relación limitada entre un alto grado de inteligencia y el resultado de la creatividad productiva.
La habilidad intelectual de un niño no puede calcularse de manera tan simple como su estatura o peso. Tampoco es la habilidad intelectual el resultado de una serie de puntuaciones recibidas en una prueba intelectual. El pronóstico sobre la capacidad intelectual de un niño varía de acuerdo con su edad (particularmente con los menores) y con la prueba utilizada.
Los expertos en la educación de niños superdotados recomiendan que el mayor peso sobre el pronóstico de la potencial habilidad intelectual de un alumno se dé a la evidencia de un alto nivel de rendimiento en el colegio (rendimiento demostrado durante un período de tiempo, junto con los resultados de las correspondientes pruebas académicas). La conjunción de estos factores es el mejor indicador del futuro desarrollo del alumno (Hagen, 1980).
Los profesores debemos recordar que la inteligencia y el desarrollo no están perfectamente correlacionados. Por eso, el niño que haya sobresalido constantemente en una misma asignatura puede tener más probabilidad de ser superdotado que otro alumno que haya recibido un C. I. más elevado. Y, sobre todo, el C. I. es únicamente una forma muy primaria de obtener una indicación de la habilidad intelectual del alumno. Cada vez más, un mayor número de especialistas recomiendan la no utilización de los tests para confirmar o rechazar nuestra perspectiva de la inteligencia del alumno, aconsejándonos basarnos primordialmente en nuestras propias observaciones. (Posteriormente hablaremos de ello en este documento.)
Consecuentemente, los programas para niños superdotados basados únicamente en el C. I. discriminan a aquellos otros que podrían tener un mayor potencial de productividad.
Estos niños muestran gran capacidad de trabajo. Dedican una gran cantidad de energía a resolver un problema concreto o a una actividad específica.
De entre todas las definiciones de niños superdotados, la que incluye la característica de “perseverancia” es la de menos controversia. Comparando los estudios realizados durante cuarenta años sobre un número determinado de superdotados que han tenido éxito o no con los programas existentes hoy en día, la única característica común a todos ellos es la existencia de un excepcional “afán de logro” y, la devoción con que esas personas eminentes y los estudiantes actuales se dedican a sus específicas áreas de interés, mucho más intensamente que la mayoría.
No importa lo ocupado que pueda estar. El superdotado siempre encuentra el tiempo suficiente para seguir aquel problema, actividad o afición de su interés. Éstos son los chicos que se quedarán despiertos toda la noche, se olvidarán de cenar y de la televisión para revisar un cuento, diseñar una casa, inventar un juego o resolver una ecuación matemática. Y, como sus padres atestiguarán, este tipo de comportamiento no es inusual.
Normalmente, esta característica no se detecta en el colegio, ya que las oportunidades de enfrascarse en una tarea específica pueden estar limitadas. Los padres, sin embargo, tienen muchas oportunidades de observar este tipo de comportamiento y aportar numerosos ejemplos.
Debemos tratar de reconocer a los estudiantes que presenten esta clase de comportamientos y preguntarnos seriamente: ¿Qué oportunidades estamos poniendo a su disposición que les animen o desanimen en este tipo de perseverancia personal?
Estos niños muestran altos niveles de creatividad. Las personas que los conocen comentan con frecuencia que sus ideas, preguntas, dibujos, juegos, etc., son originales, ingeniosos, novedosos y poco corrientes. Si bien, normalmente, estamos de acuerdo acerca de las cosas que connotan creatividad, la dificultad ha sido siempre: ¿Cómo medirla? ¿Cómo saber si un niño es más creativo que otro?
No existe una definición de la creatividad con la que todo el mundo esté de acuerdo. La mayoría de las definiciones dicen demasiado (algo o alguien es original, nuevo, genial, escandaloso, luminoso, artístico, flexible, espontáneo, etc.), o demasiado poco (un proceso que finaliza en algo nuevo o valioso). La mayoría de las definiciones implica el desarrollo de algo único.
En el pasado, la gente tenía la tendencia de caracterizar la creatividad como un “momento de inspiración” que daba como resultado una obra maestra bien de arte, de música, fórmula, baile, poesía o canción. Actualmente, los investigadores no consideran la creatividad como la “musa”. Estudios sobre artistas, científicos, músicos, médicos, etc., han llegado a la conclusión de que la creatividad no llega a partir de una imprevista inspiración (se enciende la bombilla), sino como resultado de una enorme cantidad de TRABAJO. Creatividad significa mucho esfuerzo; no consiste en esperar sentado a ver si llega una idea nueva.
Hasta ahora, los tests utilizados para medir la “cantidad” de creatividad han dado resultados poco satisfactorios y muy subjetivos. La investigación nos ha demostrado que las correlaciones son tan bajas entre esos tipos de tests, que provocan problemas graves de fiabilidad. Los profesores han sido advertidos contra su utilización como único instrumento en la selección e identificación de niños potencialmente superdotados.
El tipo y la naturaleza de los productos de esos estudiantes superdotados (mapas, poesías, experimentos científicos, juegos, bailes, disfraces, etc.) son indicadores mucho más fiables de la existencia de creatividad.
Debemos ofrecer a nuestros alumnos las oportunidades de realizar unos productos diversos, no solamente de completar hojas de cuadernos y composiciones de temas idénticos.
Esta definición ha estado desarrollada por especialistas en la educación de niños superdotados. Está basada en los resultados de una multitud de programas especiales y en las experiencias de los profesores, padres y alumnos que han participado en ellos. Deberíamos dar un voto de confianza a esas personas.
Antes de que podamos fijar nuestra atención en descubrir cuáles de entre nuestros alumnos pudieran ser potencialmente superdotados, deberíamos preguntarnos sinceramente si estamos proporcionando a TODOS ellos las oportunidades necesarias para cumplir las tres partes de la definición.
• ¿Estamos abiertos y somos capaces de reconocer y valorar las indicaciones, no-tests, de una habilidad intelectual?
• ¿Damos a nuestros alumnos oportunidades para que exploren y profundicen, con el suficiente tiempo, algún área específico de su interés?
• ¿Diversificamos el tipo de deberes entre los alumnos? ¿Damos posibilidades para que los alumnos realicen proyectos diferentes sobre una asignatura específica?
Tenemos que prestar atención a las tres partes de la definición por igual. Si nos descuidamos, nos arriesgamos a ignorar los resultados más fiables de la investigación.
¿Los alumnos en los que tú pensabas cumplen con esta definición? ¿Esta definición te ha hecho pensar en otros alumnos que no habías considerado inicialmente?
Circunstancias que concurren en el superdotado
creatividad
habilidad dedicación
superior al trabajo

Educación de niños y jóvenes superdotados



Es un fenómeno curioso, pero cuando los profesores, a menudo, queremos hablar sobre alguno de nuestros alumnos, comentar el currículo de alguna asignatura, intercambiar opiniones sobre los recursos y reglas de nuestro colegio, etc., las únicas personas que suelen estar dispuestas a escucharnos son otros profesores. Ahora bien, si hacemos algún comentario sobre la posibilidad de que uno de nuestros alumnos sea superdotado, todos quieren opinar, todo el mundo quiere hablar sobre ello, darnos consejos y compartir con nosotros sus experiencias.

¿Qué imagen tienes del alumno superdotado?
¿Cómo reaccionarías si alguien te dijera que tienes, o que vas a tener, un superdotado en clase?


El interés y la preocupación sobre la educación de los niños y jóvenes superdotados no es algo nuevo. Pero sí lo es nuestro conocimiento sobre la esencia de estos niños y de los métodos de educación más apropiados, que han tenido un gran desarrollo, particularmente en los últimos veinticinco-treinta años.
En el pasado, la mera mención de niño (o joven) superdotado llevaba pareja la imagen de los niños prodigios famosos en la Historia, como Mozart, Einstein, Picasso, etc., o se asociaba a la idea de un niño de cuatro años de edad componiendo óperas, ganando al ajedrez a los Grandes Maestros o resolviendo complicadas ecuaciones matemáticas o quizás todo al mismo tiempo. Los niños superdotados siempre tenían una familia rica, eran físicamente débiles, inestables emocionalmente y sin amigos. Hemos aprendido que los Einsteins y Picassos aparecen en el mundo una vez cada millón de veces y que ellos, quizás, tienen personalidades inusuales y que requieren profesores y ayudas muy especiales. Sin embargo, también hemos aprendido que existen miles de niños excepcionalmente capaces, que están dotados de una elevada habilidad intelectual, de un gran nivel de creatividad y de una fuerte necesidad de estudiar y profundizar en aquellas áreas que les son de vital interés. Estos niños y jóvenes no son todos ellos capaces de leer a los tres años, ni son físicamente ineptos ni emocionalmente inestables y sus padres no tienen por qué ser ricos. Los niños superdotados son tan diferentes los unos de los otros como el resto de los niños y jóvenes que no son superdotados. Hace veinticinco años, una valoración del nivel de Cociente Intelectual (C. I.) se consideraba suficiente para poder identificar con precisión a los niños superdotados. Sin embargo, mucha gente opinaba que la valoración del Cociente Intelectual no era necesaria porque esos niños eran muy fácilmente reconocibles, pues destacaban claramente entre los demás. La verdad es que un pequeño número de estos niños puede ser reconocido sin necesidad de ningún proceso de valoración, ya sea formal o informal, pero también es verdad que la mayoría de ellos suelen pasar inadvertidos. ¿Por qué?
Porque las oportunidades que tienen para demostrar ciertas habilidades son, a menudo, muy limitadas dentro del ámbito de la enseñanza normal. Consecuentemente, hemos aprendido que los profesores estamos obligados a obtener información sobre la actuación del alumno dentro y fuera de la escuela, que debemos proporcionar inicialmente la apropiada estimulación y observar las respuestas de los alumnos, antes de poder identificar a los que prometen un excepcional desarrollo.
Otro concepto erróneo era el creer que los padres, profesores y conocidos responderían a la identificación del niño superdotado con los brazos abiertos, llenos de alegría, entusiasmo y cariño. Nada más lejos de la realidad. En muchos casos todavía existe una buena dosis de suspicacia dirigida hacia estos niños y jóvenes. Los padres reaccionarán, frecuentemente, sorprendidos, confundidos, tímidamente e inseguros acerca de qué hacer (si es que hay que hacer algo). Los hermanos y los allegados suelen reaccionar con celos, con resentimiento, incredulidad y distanciamiento.
También, algunos profesores, considerarán al niño superdotado como otra carga añadida a su ya sobrecargado trabajo; una carga más para la que no se suele estar preparado y cuyo reto no es bien venido. Unos preferirán enviar al niño a otra clase o colegio. Otros pensarán que no deben hacer nada especial, educativamente, para este tipo de alumno: “Si el niño es tan capaz intelectualmente, podrá progresar solo, sin ningún tipo de intervención especial.”
Desafortunadamente, la investigación ha demostrado que un número significativo de estos estudiantes (sobre todo las chicas) no terminan el B. U. P., y que un alto porcentaje no accede a la Universidad, aunque todos ellos triunfarían allí, probablemente, con poco esfuerzo.
Estos niños y jóvenes requieren “ayudas educativas” para el normal desarrollo de sus dotes excepcionales. Pero... no requieren, por definición, estar segregados en colegios especiales, con profesores especiales; tampoco requieren un currículo completamente nuevo; ni necesitan ser comparados continuamente con los demás. REQUIEREN profesores que conozcan BIEN sus habilidades, talentos y necesidades educativas y que estén dispuestos a colaborar con ellos.
Estos profesores no han de ser necesariamente especialistas, pero deben estar abiertos a ideas nuevas y distintas, dispuestos a permitir que los estudiantes, a veces, sigan adelante con independencia y tener la habilidad de dirigir los esfuerzos individuales de los estudiantes hacia su máxima realización.
Si queremos enseñar apropiadamente a un niño superdotado, debemos ayudarle a encontrar y a utilizar los recursos que tenemos a mano, abrir nuevas puertas y derribar obstáculos en su aprendizaje. El profesor es un director que orienta al estudiante, no necesariamente su fuente de conocimiento.
¿Estás sorprendido? ¿No lo estás? Es posible que como resultado de tu experiencia en la enseñanza, hayas tratado de corregir los conceptos erróneos que tenían los demás respecto a los niños superdotados. Quizás, nunca te has dejado impresionar con los resultados de los tests de inteligencia.

Si queremos proporcionar experiencias educativas apropiadas para nuestros posibles alumnos superdotados, debemos primeramente analizar NUESTRO comportamiento.
• ¿Somos flexibles en nuestro modo de enseñar?
• ¿Estamos abiertos a intentar comprender las posibles actitudes “inconformistas” de nuestros alumnos?
• ¿Permitimos un libre intercambio de ideas entre nuestros alumnos?
• ¿Aceptamos la existencia de más de una solución para un problema?
• ¿Somos generosos con nuestros conocimientos y con los recursos que tenemos dentro y fuera del colegio, compartiéndolos con nuestros alumnos?

Fuente: Dra. Patrice R. Verhaaren
Ministerio de Educación y Ciencia
Educación de Alumnos Superdotados

lunes, 16 de abril de 2007

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miércoles, 4 de abril de 2007

Autoconcepto y autoestima


El autoconcepto o concepto de sí mismo se refiere a la percepción que tiene el sujeto de sí mismo. Engloba operaciones y esquemas cognitivos (autopercepciones; juicios descriptivos y valorativos; memoria autobiográfica...) sobre uno mismo en sus diferentes manifestaciones (corporal, psicológico, social y moral).
El autoconcepto en sentido amplio comporta dos tipos de juicios sobre uno mismo:
Juicios descriptivos.
Juicios evaluativos o de autovaloración que componen la autoestima, por lo que ésta sería una parte del autoconcepto (la parte emocional del autoconcepto). La autoestima depende de la evaluación realizada sobre la discrepancia entre la propia auto imagen y el yo ideal, por lo que si nuestra imagen es pobre, entonces hay poca esperanza de alcanzar alguna vez nuestro yo ideal y la autoestima es baja.
Tanto el autoconcepto como la autoestima pueden referirse tanto a la persona como todo, como a características particulares (inteligencia, deportes...). La constitución del autoconcepto depende de una serie de factores.
De la imagen que los demás tienen del individuo, ya que éste tiende a verse a sí mismo tal como los otros le ven.
Del feedback que el sujeto guarda de sus propios desempeños. .
De la comparación que el sujeto establece entre su comportamiento y el de sus iguales sociales.
De la forma en que el sujeto considera su conducta teniendo en cuenta las reglas establecidas por un determinado grupo normativo, en relación con el cual se siente comprometido.
El autoconcepto y la autoestima constituyen predictores, del futuro éxito escolar, mejor que las medidas de aptitud o de cociente intelectual. Todas las investigaciones coinciden en esta asociación si bien difieren en el sentido de la misma:
Para unos, la conciencia del propio valor y capacidad conlleva un mejor aprendizaje.
Para otros, la conciencia de los éxitos logrados conlleva un alto nivel de autoestima.
Lo más probable es que exista una influencia de doble dirección: el autoconcepto influye en los logros y éstos en el autoconcepto.
En general, los procesos de personalidad son aprendidos. No sólo la personalidad es variable crucial del aprendizaje sino que ésta, a su vez, es un conjunto comportamental resultante del aprendizaje (experiencia). Las experiencias más importantes para el aprendizaje y la formación de la personalidad son las experiencias interpersonales con el medio social, con personas significativas para uno mismo. Además la personalidad se expresa en buena parte por nuestra relación con otras personas.


Fuente:
Narciso Rodríguez Zarallo, Aspectos relevantes de la diversidad para la educación, Colegio Santa Teresa de Badajoz, España.

martes, 3 de abril de 2007

¿Qué es la personalidad?

Por personalidad ha de entenderse un conjunto o sistema amplio de fenómenos, procesos y de diferente naturaleza, aunque relacionados entre sí (Fierro, 1992) y que se caracteriza por:

  • Las diferencias individuales de un sujeto a otro.

  • Su estabilidad, consistencia y regularidad en el comportamiento de un sujeto.
  • Ser activa y no sólo reactiva frente a los estímulos y demandas exteriores.
  • Principio de acción e interacción con el entorno.
  • Incluir un sistema del sí mismo o comportamientos y procesos referidos a uno mismo (autopercepción, autoestima, autoconocimiento y autorregulación).
  • Interacción con los demás (dimensión social de la personalidad).
    La personalidad es, por tanto, un sistema complejo constituido por elementos cognitivos, como los estilos cognitivos e incluso la inteligencia, y por elementos no cognitivos, como por ejemplo el autoconcepto, la ansiedad, las expectativas de control, las habilidades sociales y la asertividad, etc., variables que todas ellas inciden en mayor o menor grado en el desempeño escolar de los alumnos.
La ansiedad constituye un fenómeno de personalidad altamente representativo de ella, precisamente por su complejidad, ya que contiene una variedad de elementos: componentes de naturaleza fisiológica, emotiva, motivacional y comportamental.

La ansiedad se ha venido relacionando tanto con el rendimiento académico como con el aprendizaje.
a) Relación ansiedad / rendimiento
Un ejemplo de esta relación es la ansiedad de prueba o de examen. La ansiedad trae un deterioro en todas aquellas tareas sujetas a evaluación, en las que el sujeto se ve evaluado por otro. Según el modelo de procesamiento de información, la ansiedad interfiere en el momento de codificar el material, organizarlo o recuperarlo durante un examen.

De la abundante investigación (Fierro, 1992) se desprende que, como regla, niveles mínimos e igualmente niveles máximos de ansiedad se asocian en la ejecución a rendimientos más pobres, mientras grados medios de ansiedad (y permaneciendo constante el resto de variables pertinentes) se asocian a un mejor rendimiento. Si bien, no obstante, se aprecia una gran diferencia según que las personas se vean enfrentadas a tareas sencillas (en las que puede contribuir a un mejor rendimiento), o complejas y difíciles (en las que la ansiedad interfiere el rendimiento ).
b) Relación ansiedad / aprendizaje
Relaciones parecidas se dan entre la ansiedad y el aprendizaje, pues también aquí:
Un grado moderado de ansiedad mejora el aprendizaje.
Grados elevados de ansiedad dificultan aprendizajes complejos, si bien no tanto los simples.

Otro aspecto de la diversidad del alumnado se refiere a las atribuciones y expectativas del sujeto en relación con el control que ejerce sobre el entorno y la eficacia de actos, es decir, el grado en que controla los acontecimientos que le afectan. Esta motivación de logro se relaciona con la teoría de la atribución de Weiner, con la de la Autoeficacia de Bandura; con la habilidad percibida, el esfuerzo y la autoestima el1 rendimiento del alumno; y, según Atkinson puede explicar gran parte de las diferencias individuales de las destrezas intelectuales en términos de factores motivacionales.

Por tanto, también se han encontrado relaciones entre los resultados del aprendizaje estos patrones de atribución de los alumnos, siendo tales relaciones bidireccionales, ya ( si bien los resultados previos contribuyen a la constitución de pautas predominantes de atribución causal, también éstas son predictoras y ejercen influencia sobre el rendimiento.
Se han descrito varias dimensiones en la atribución causal, destaquemos en este punto el locus de control y la autoeficacia.

a) El Locus de control se refiere a las expectativas del sujeto relativas al lugar de control de los acontecimientos, pudiendo ser de dos tipos:
Externo: atribuir la causa de los sucesos a factores externos que escapan de responsabilidad y control. Interno: atribuirlo a factores internos donde yo tengo la responsabilidad y control.

En relación con el locus de control se han descrito dos fenómenos importantes:
“Indefensión aprendida” (Seligman, 1975). Los sujetos a veces adquieren experiencia de hallarse indefensos, al ver que ninguna de sus acciones contribuyen al efecto de evitar un daño o de conseguir algún bien. Esta experiencia trae consecuencias muy negativas para el sujeto y no sólo afectivas o emocionales (como el malestar y el ánimo deprimido), sino que también conlleva l pérdida de energía y deteriora la capacidad de aprender nuevas relaciones y percibir correctamente los acontecimientos y relaciones del entorno.
“Beneficiación” (Harter, 1985): el sujeto reconoce control interno en caso éxito y externo en caso de fracaso.
b) La expectativa de Autoeficacia (Bandura, 1986) consiste en la convicción de que se puede llevar con éxito la conducta necesaria para producir determinados resultados. Se refiere a la capacidad, eficiencia, o habilidad de la propia conducta (no se trata la expectativa sobre el resultado real, que puede depender de factores externos). Es muy importante para el aprendizaje pues influye en el inicio o mantenimiento de una conducta determinada.
Se relaciona con la forma de retomar tareas interrumpidas:
Los sujetos prefieren volver a la tarea comenzada en otro momento, cuando fue involuntariamente interrumpida, que realizar de nuevo una tarea completada ya en otra ocasión.
Es propio de una personalidad sana el tener interés por llegar a completar o perfeccionar tareas empezadas o intentadas y un relativo desinterés por las que ya fueron logradas.

Fuente:
Narciso Rodríguez Zarallo, Aspectos relevantes de la diversidad para la educación, Colegio Santa Teresa de Badajoz, España.

lunes, 2 de abril de 2007

Las aptitudes: Enfoque Potencial de aprendizaje de Feuerstein



El Programa de Enriquecimiento Instrumental (PEI) es un programa de la intervención diseñado por Feuerstein para realzar las habilidades cognoscitivas necesarias para el pensamiento independiente. El objetivo del PEI es formar la estructura cognoscitiva del individuo y producir y poner en movimiento su remoto desarrollo. El objetivo es modificar al ejecutante atrasado por el cambio su estilo pasivo y dependiente cognoscitivo en la característica de un pensador autónomo e independiente.
Feuerstein desarrolló una intervención que permite a niños tener sentido del mundo alrededor de ellos. Le llaman " la experiencia de estudio mediada. "

Feuerstein creyó que carencias cognoscitivas podrían ser corregidas y que la inteligencia es modificable. Una vez que se enseñan las habilidades cognoscitivas y las experiencias culturales son enriquecidas, hasta los individuos "atrasados" pueden ampliar sus poderes intelectuales dramáticamente. Como consecuencia de su crecimiento estimulado cognoscitivo y motivación.


El PEI procura afilar el pensamiento crítico con los conceptos, habilidades, estrategias, operaciones, y actitudes necesarias para el estudio independiente; diagnosticar y corregir carencias en habilidades pensadoras; y ayudar a individuos aprender a aprender.

En la resolución de las tareas cognitivas presentes en los tests de inteligencia clásicos intervienen una serie de funciones cognitivas específicas (perceptivo / motoras; procesos superiores de abstracción y generalización de reglas; y, memoria, procesos y ritmo de aprendizaje).


La inteligencia es algo modificable a través de la interacción establecida entre profesor y alumno.


Introduce el concepto de aprendizaje mediado y lo define como la interacción entre el profesor y el alumno, posibilitando el desarrollo, el funcionamiento cognitivo y el aprendizaje, por lo que el aprendizaje es algo intencional y significativo y debe considerarse el grado de desarrollo de habilidades de pensamiento y de solución de problemas para favorecer el aprendizaje autónomo.


Fuente:

Narciso Rodríguez Zarallo, Aspectos relevantes de la diversidad para la educación, Colegio Santa Teresa de Badajoz, España.